viernes, 27 de febrero de 2009


Estados Unidos se levantó una polémica la primavera pasada a causa del proyecto de autopista NAFTA Super Highway, que iría de Canadá a México cruzando por el centro de Estados Unidos. Al parecer, ya se licitó en Texas un tramo de la autopista, llamado Trans-Texas Corridor. La autopista se financiará con los peajes que recaude la empresa concesionaria. Esa empresa es la española CINTRA, Concesiones de Infraestructuras de Transporte, SA, al parecer vinculada a Ferrovial. Por lo tanto, la recaudación de peajes de la gran autopista, de un ancho equivalente a cuatro campos de fútbol, dará pingües beneficios a CINTRA. Algunos blogs estadounidenses recogen protestas contra esta concesión, entre otras cosas porque pone una infraestructura tan importante en manos extranjeras. Pero lo más curioso es que en todas esas protestas se menciona que el dinero de los peajes irá a parar a manos de... Juan Carlos, rey de España.


Lo más curioso es que numerosos artículos de prensa relacionan al Rey Juan Carlos con Cintra, asegurando que el monarca español es el accionista de esta empresa o que está relacionada con ella. Incluso un medio de comunicación se hace la siguiente pregunta: “¿Realmente queremos que el Rey Juan Carlos controle nuestras infraestructuras? (ver http://www.watchermagazine.com/).El colmo ya es cuando aseguran que el Rey fue el primero en alegrarse del “fraude de Bush en las elecciones de 2000” y que ambos tienen una cuenta corriente conjunta, “fondos robados del Tesoro americano” (ver texto).La absurda polémica ha salpicado incluso a los políticos. La Texas Department of Transportation Comision es una junta de cinco miembros designados por el gobernador de Texas, Rick Perry, para supervisar la política de este Estado en materia de infraestructuras. En una de esas reuniones, del 29 de junio de 2006, uno de sus miembros preguntó sobre esa concesión a Cintra y citaban expresamente al Rey Juan Carlos como principal accionista de Cintra… sin que nadie se asombrara.